martes, 15 de abril de 2008

Capítulo 11: Cada vés pior

Y tonce a mi prima Ugenia se le ocurrió que el Fide podía ir a unos tayeres de un centro cultural qu´ella iba, que eran muy de manualidades y de autoayuda.

El Fide le dijo: ¿Pa qué tayere de auto si yo ando de a pata?, y ella le dijo:

Ugenia- ¡No seá gruto, Fide! Es pa que vos te ayudés a salir de tu estado anémico negativo... Hay tayere de todo... Podés aprender a hacer jabones artesanales, velas, biodanza, cerámica, fenchuí, letricidá del utomóvil, cerrajería... Y también hay tayeres de reflesión...

Y él le dijo: Pa hacer flesione, ¿pa qué quiero ir a eso que vo decí? Me voy al ginasio del Estipendio June, que no me cobra nada, y ...

Tonce ella le dijo: ¡Callate, animal, "reflesión del pensamiento de uno" ,dije !. Vo te sentá con un grupo de gente y caduno dice lo que se le ocurre y le pasa, y los otros lo ayudan con opiniones. Es como una terapia de grupo.

Y el Fide le dijo: ¡Aaaaah, no! ¡ Yo no quiero terapia de grupo! ¡Quiero terapia de verdá, pa que me terapíen diuna vé por toda!

A lo que ella le dijo- ¡Mirá, vó só má atrasáo que arao sin marcha atrá ...! Andate a boliar lombrices!

Y el Fide s´enojó y no jue nada, y se quedó otra vez tirado en la cama, y chupando voska con limpiahorno, porque le habían dicho qu´era muy lucinórgeno, pero lo único que ganó fue que cada vez que se acercaba el encendedor pa prender un cigarrillo, se l´encendiaba toda la boca, y los bigotes, y endemás se le redetía el acríleco de la dentadura petisa.

Ma- Eso le pasa por tomar cosas raras, en vez de tomar el aceite de hígado de bacalao que le da su madre.

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